Alfredo R. Bufano
Cuando en 1926, Alfredo R. Bufano, arriba a San Rafael, para comenzar su profesorado en la Escuela Normal de
Maestros, en donde ejerce ininterrumpidamente durante veinte y tantos años, ya tiene en el mundo de la intelectualidad argentina,
una personalidad formada. Ha publicado siete libros, que son como las siete cadencias de un alma ansiosa de paz y de reposo;
reposo y paz, que habrá de encontrar aquí a la orilla del Diamante, que tantas veces cantara y exaltara en la diafanidad de
su poesía. La madurez intelectual, y también de la vida, le sorprenden en nuestra tierra, "la del pueblo laborioso y fecundo,
la de la sencillez del labriego, que recoge en el hueco de sus rudas manos de trabajador, el agua cristalina que baja de las
montañas, bendecidas por Dios y las transforma en jugos de racimos exuberantes, o en carnes de delicias, en jugosas frutas".
Había nacido Alfredo R. Bufano, en la Villa Nueva de Guaymallén, el 21 de agosto de 1895. Como muchas veces él se enalteciera
en expresarlo, tuvo una infancia pobre y triste, "una infancia de desazones y de luchas que él, por una poderosa voluntad,
supo superar, y desde los menesteres más humildes, el de lustrabotas y cadete de una librería, va a encumbrarse por su inteligencia
y el luminoso sentir de; su alma, a las cúspides de la poesía nacional y a la dé catedrático, dando pruebas de que en la "universidad
de la vida" también se forjan los grandes maestros.
Bien se ha dicho que en Alfredo R. Bufano, junto a la conciencia de la vocación está el impulso del trabajo; eso que
en otras palabras puede llamarse la responsabilidad de la misión, acto que consiste en darse en obra, vale decir en el “ejercicio
de la generosidad activa".
Alguien al juzgar al Poeta, ha dicho: "Característica del verso Bufano es esa profunda y simple emoción, encerrada
en las palabras más sencillas. Su estilo se distingue por una maravillosa combinación de claridad intelectual y de pureza
emocional. Es que tal es el estilo del "Romance de los dieciséis arrieros" y otros muchos versos de Bufano.
Cultiva esas cortas y sugestivas combinaciones de palabras que comunican de una manera mágica su elevado pensamiento
y su emoción mística. Las palabras y expresiones más simples del lenguaje son empleadas para servir de abertura en la corteza
de la realidad que envuelve la más pura esencia espiritual".
Supo como Poeta, por un camino difícil en la construcción, de lo que él. llamaba dominio del oficio, ir por los cauces
más simples, porque entendía que eso era lo que tocaba más directamente el alma popular; supo conmover con su canto, porque
era puro, porque le daba un soplo lírico a las más humildes florcillas, a los yuyitos que mueren bajo la presión del pie.
Cantó a todas estas cosas que a nosotros, especialmente a nosotros, nos son tan conocidas, pero quizás no tan admiradas como
él las admiró. Las vertientes rumorosas, las flores silvestres, las piedras de rara policromía, los animalejos hermanos; sus
angustias, sus alegrías, sus coplas y sus amores. Todo cuanto la naturaleza ha desparramado sobre la tierra en nuestra zona
privilegiada, fué motivo, fue elemento, fué argamasa para su canto. Bufano las llevó al papel, las dibujó con trazos simples
de artífice y con su hálito poético se adentró en el corazón de las cosas y de los hombres como penetra el sol en la rica
pulpa de los frutos opimos. Y andando por el tiempo con su espíritu cargado de ternura, con su suavidad y su paciencia de
monje, vivió su vida de poeta.
Quizás convenga para las generaciones que nos sucedan, en este Valle de la Soledad, como él le bautizó, dejar documentado
el número de sus obras. En 1917 escribió "El Viajero Indeciso", En 1919, siempre abarcando el tema de la poesía, nos entregó
"Canciones de mi casa" libro que fue premiado por la Municipalidad de Buenos Aires, En 1920, escribe "Misa de Requiem"; en
1921, "Antología"; en 1922 "Poemas de Provincia"; al año siguiente produce "El huerto de los olivos", Dos años más tarde ve
la luz, "Poemas de Cuyo". Ya radicado en San Rafael en 1926, aparece "Tierras de Huarpes", y en 1928, "Poemas de la nieve".
Al año siguiente edita, "El reino alucinante”. Con su libro "Valle de la soledad" Bufano resulta premiado en las provincias
de Cuyo. En 1932 logra un nuevo halago, el Premio Nacional, con su libro “Romancero". En 1933, nos entrega, "Laúdes
de Cristo Rey" y posteriormente en 1934 "Los collados eternos" y "Poemas de niños para las ciudades"; en 1936 "Poemas de las
tierras puntanas"; en 1937, "Ditirambos y romances de Cuyo", Tres años después, en 1940, aparece "Presencia de Cuyo" homenaje
que le rinde al poeta el gobierno de la provincia de Mendoza, que corre con la edición del mismo. En 1943 se edita "Tiempos
de creer" y en el mismo año, "Mendoza, la de mi canto", No obstante; estos dos libros publicados en un año se signa el tercero,
"Colinas del alto viento". En 1945, nos da, "Infancia bajo la luna"; en 1946, "Charango" y en 1950, unos meses antes de su
fallecimiento, aparece el libro que le inspira su viaje a España, "Junto a las verdes rías".
Aunque su fuerte no era la prosa, porque Bufano era por todo y sobre todo, poeta, nos ha dejado seis obras:
"Aconcagua", "Open Dor", "Místicos Italianos de la Edad Media", "Zoología Política", "El retorno al espíritu" y "Jerarquía
de la libertad".
Esta es la construcción grandiosa de este poeta nuestro de este Poeta, que llenó cada hora de su vida con un verso,
de este Poeta que ha dejado un recuerdo imperecedero en esta tierra donde mitigó su sed de cantos, su sed de cielos y de paisajes,
y en donde se ha quedado rodeado de huertos, con grandes manzanas, nogales y terebintos a la vera del Diamante, en la paz
bucólica de su cantada y adorada Villa 25 de Mayo.
Bibliografía: www.elbaqueano.org
Eduardo
Platero
Nació en Pocito, San
Juan, el 24 de Junio de 1927 y está radicado en San Rafael desde 1956, habiendo
mantenido siempre una estrecha relación
con el quehacer cultural de nuestro medio. Fue profesor de Talleres
de Arte de la Municipalidad de San Rafael, profesor de Talleres expresivos
en la Escuela 4-102 Comercial de Cuadro Benegas, presidente del Ateneo Literario
Sonia Montanari, director del Museo de Bellas Artes de San Rafael y fundador y director
de la editorial cultural "Ediciones del Conventillo".
Su trabajo en la actividad
literaria en sus más de 50 años con el arte y la cultura son amplísimos para este espacio, pero reconocido a nivel nacional
y especial y afectuosamente por todo el Sur Mendocino. Ha publicado en plaquetas y antologías
en forma individual y compartida, en diarios y revistas de todo el país.
Su obra personal presenta a éste como su quinto libro editado, luego de: "Mis pequeños poemas", "Poemas para el atardecer", "Poemas para Susana" y "Como hojas al viento". Su obra inédita contiene "Aquilino", poesía infantil y villancicos; "El regreso
y otros cuentos" -cuentos-; "Teatro breve" y "El expediente", género teatral; y "Mis canciones", "Homenaje", "San Rafael tierra amada", "Palabras", "Amaneceres y ocasos", "Morir en la tarde" y "Breviario",
libros de poesía.
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